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Parece ser una mala costumbre de los panameños no prevenir las cosas. No hacen caso a advertencias hechas con tiempo. Luego viene la acción de "apago fuego", cuando estalla la situación que pudo evitarse a tiempo. Digo esto porque en estos días han ocurrido dos hechos que fueron advertidos hace meses por diversos periodistas. Yo fui uno de ellos. El primer hecho fue darse cuenta ahora, que no son manejados de manera recta dineros en escuelas y colegios secundarios.
Se ha hecho público que miles de balboas del Seguro Educativo que pagamos todos los panameños, no han sido utilizados de forma adecuada en algunos colegios. Hay que añadir a esta negativa realidad, el uso inadecuado de dineros que reciben los clubes de Padres de Familia en ciertos centros educativos.
A mí - y estoy seguro que a otros periodistas también nos sorprendió tal noticia. Desde hace meses se ha estado mencionando en medios de comunicación esta triste realidad.
Es más, ya se había dado por lo menos un ejemplo de malos manejos en un colegio, pero parece que el asunto quedó en nada. Ahora estalló el escándalo que muchos sabían que sucedía. Pienso que las autoridades de Educación tienen parte de culpa por no haber actuado a tiempo y con firmeza.
Tal vez esto suceda porque hay funcionarios educativos (y otros de despachos), que como el avestruz, prefieren esconder la cabeza en la arena, antes que asumir las responsabilidades del caso. A lo mejor esta actitud pusilánime se debe al temor que no se consiga respaldo de los jefes para una investigación. Pienso que es más cómodo mirar "hacia otro lado", que desenmascarar a los abusadores y malversadores de bienes que son de todo el pueblo.
El otro caso advertido a tiempo fue el del profesor Manolith Samaniego, director del centro educativo Stella Sierra, en Arraiján. Hace más de un año asistí a un acto realizado en dicho colegio por estudiantes de Relaciones Públicas, del profesor Santiago Samaniego, de la Universidad de Panamá.
Conocí al dinámico profesor Manolith, quien me contó una curiosa situación, de no haber sido designado en propiedad como director del centro educativo. Pude palpar la dedicación y dinamismo que tiene este educador en el desempeño de su cargo. También el respaldo que le daban educadores, padres de familia y estudiantes.
Entonces, �por qué no se le nombraba en firme en este puesto? Es una pregunta que hice más de un año, y que no le importó a nadie en el Ministerio de Educación. Tal vez porque no leen estos escritos, o sencillamente hay otras razones para no hacer justicia a quien ha hecho de la educación un apostolado.
Y como suele ocurrir muchas veces en Panamá, tuvo que estallar el problema, ocurrir la violencia para que se le preste atención a esto. ...Después nos las tiramos de mucho porque cumpliremos cien años de ser República. |
