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Cerca de 250 prisioneros de guerra iraquíes, en su mayoría militares, fueron liberados este martes por la policía militar estadounidense en el desértico campamento de Bucca, situado al sur de Irak.
Tras ser liberados los ex prisioneros embarcaron en autobuses con rumbo a Um Qasr, la portuaria ciudad vecina, así como hacia Basora, Nasiriya y Nayaf, más al norte. Antes de subir a los autobuses, los miembros de la policía militar estadounidense les ofrecieron comida, agua, cigarrillos y una caja con víveres, obsequio de la Cruz Roja Internacional.
El número de prisioneros del campamento pasó de 7.000 al comenzar la guerra, a cerca de 2.000 actualmente. La liberación de otros mil prisioneros fue aprobada y debe producirse en los próximos días, declaró a la AFP la comandante Stacy Garrity. Antes de ser liberados, a los militares iraquíes se les toman huellas digitales y muestras de ADN, según Garrity. |
