FAMILIA
Prevención y/o solución
de esta dependencia
Robert L. DuPont Jr.
M.D.
Como en otros problemas de
dependencia, la mejor solución es la prevención: detenerla
antes que empiece. Existen roles constructivos para las pacientes, familia
y médicos. La paciente debe estar muy consciente de los propósitos
de estas medicinas y saber, antes de tomar la primera píldora o cucharada,
los límites exteriores de su uso. Esto significa saber cuánta
medicación o cuántas píldoras se usarán al día,
con qué frecuente y durante cuánto tiempo. Asimismo, significa
que todos los involucrados (la paciente, la familia y el médico)
comprendan los resultados exactos que se esperan del uso, cuáles
son los "síntomas objetivos" y el objetivo del uso. Además,
antes de comenzar el tratamiento, todos los involucrados en su administración
y vigilancia deben estar conscientes de la posibilidad de que haya síntomas
de abstinencia cuando se detenga el uso de la droga.
Es necesario advertir dos cosas. Primero, con la nueva preocupación
de la familia y la paciente sobre la prescripción, hay una mayor
tendencia a utilizar menos los tratamientos médicos efectivos. Muchas
drogas por las que pacientes y familias se preocupan, no producen dependencia.
Además, estas son completamente adecuadas en situaciones específicas.
Por ejemplo, es muy deseable usar un analgésico para un tratamiento
a corto plazo asociado con una enfermedad terminal. Esta droga puede usarse
con seguridad y adecuadamente en una enfermedad dolorosa que es posible
superar rápidamente. Algunas de estas medicinas se usan menos debido
a la preocupación exagerada de pacientes y médicos. La segunda
advertencia es: si usted tiene miedo de que su familiar o usted se "envicien"
con una cierta droga, no deje de usarla sin hablar primero con su médico.
Si todavía tiene dudas, pida una segunda opinión a otro médico.
Al dejar de usar una droga adictiva, hágalo gradualmente. Una
abstinencia abrupta es negativa y puede ser peligrosa, y los síntomas
son más severos si la dosis era alta o el uso había sido prolongado.
Los farmacólogos relacionan la gravedad de los mismos con la dosis
y con la duración. Por ejemplo dejar de usar dosis altas de muchos
tranquilizantes e hipnóticos provoca desórdenes severos, como
ataques epilépticos. Los problemas de esta índole se pueden
evitar si la abstinencia es gradual, disminuyendo la dosis en el curso de
una a cuatro semanas.
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Al dejar de usar una droga adictiva, hágalo gradualmente. Una
abstinencia abrupta es negativa y puede ser peligrosa, y los síntomas
son más severos si la dosis era alta o el uso había sido prolongado.
Los farmacólogos relacionan la gravedad de los mismos con la dosis
y con la duración. |
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