TEMAS DE ACTUALIDAD
Doña Mireya satisfizo al pueblo
en el interrogatorio
Julio César Caicedo Mendieta
Ya pasaron varios días
de la participación de la candidata triunfadora, en el programa televisivo
"En la mira" y todavía se escuchan los cuentos de cómo
se prepararon los seguidores de Doña Mireya ante el interrogatorio
sin cuartel a que fue sometida, aquella noche de sintonía total.
Mi vecino Blas Sánchez, arnulfista de capa y espada esa noche
se tomó un frasco de pastillas y se durmió una hora antes,
exigiéndome los comentarios a las seis de la mañana, antes
de mi salida. Nuestra cocinera Doña Gencha, me advirtió que
quién con guaricha no alumbraba a otro! y que ella mejor no veía
esa vaina, pues le iban a preguntar cosas difíciles a Doña
Mireya, como por ejemplo: Cuántas pulgas tiene un perro capireño
después de bañarse en el río Perequeté, etc.
Mientras que nuestro odontólogo el doctor Omar Rodríguez,
sí que disfrutó el interrogatorio político al igual
que el doctor Alvaro López y la barra principal del Boulevard Balboa.
En los Compas de Pedregal, me cuenta Martín Arias que fue un lleno
completo y que José, el repartidor, el profesor Castillero y el propio
Pirata, se jumaron y quedaron complacidos con la valentía y desenvoltura
de nuestra candidata.
Las hábiles moderadoras de "La Mira" supieron dar oportunidad
a cada preguntón y darle la expectativa al programa. Sinceramente
hay que felicitarlas porque desde tempranas horas de la tarde en los cafés,
en las oficinas y en los omnibuses se hacían comentarios respecto
a lo que se iba a dar a las ocho de la noche en la televisión. Durante
el programa, miles de televidentes se comieron las uñas, sobre todo,
cuando algunos adversarios se atrevieron a hacer preguntas fuera de contexto
y con un tono de voz preñado por dejar mal a la candidata.
El sabor de boca que quedó a nivel nacional y que se comenta desde
esa noche en todos los rincones de Panamá desde Puerto Obaldía,
hasta Sambito de Cotto Brus, es que la señora Mireya Moscoso tiene
personalidad y don de mando. Con esta aseveración resumo el resultado
de este interrogatorio ante las cámaras de televisión. Y si
ese programa quiere romper otra vez lo que ellos llaman el "raiting",
inviten otra vez a Doña Mireya, no para interrogarla ni ponerle zancadillas,
sino para conversar de cosas importantes a este pueblo que parece tullido
a palos y que está pasándola muy mal.
Los demás comentarios no tienen mucha relevancia, aunque es necesario
destacar que muchos pensaron que la señora Mireya quedaría
humillada y que en determinado momento irrumpiría en llanto partido
ante las preguntas, pero no fue así. Hemos quedado complacidos de
su tolerancia ante los mayores. De su cariño y sencillez ante los
niños lo habíamos certificado la noche del 4 de diciembre
cuando llegó mojada, cansada y con los zapatos haciendo changua,
para apreciar a unos niños cantando décimas a las madres en
la entrada de Cerro Viento.
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AYER GRAFICO |
Orlando (Cascarita) Guerra fue una de las grandes atracciones artísticas
en Panamá |
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