Miguel �ngel González, residente en San Joaquín, encarna la Pasión de Cristo desde hace 11 años en la Iglesia Don Bosco, con la finalidad de llevar un mensaje de amor y de redención a la humanidad.
"No es sólo el hecho de actuar y reeditar estos momentos tan importantes del mundo cristiano, sino también hay que reflexionar sobre cómo fueron esos momentos de agonía de Jesús, cómo se mofaron los hombres, cómo lo empujaron y lo hirieron hasta matarlo", dijo.
Siempre le ha gustado orientar a los niños. Paralelamente a su trabajo pastoral como catequista, también es aficionado al teatro.
PREPARATIVOS
Dos días antes del Viernes Santo, hace un retiro personal para prepararse espiritualmente para el gran día, donde tiene que representar la Pasión de Cristo.
"Me confieso y medito en soledad para que el Señor me inspire y me dé fuerzas para encarnar con el difícil papel que tengo que asumir, es una prueba que asumo con alegría y fe", anotó.
González considera que los jóvenes y los adultos se han alejado de los principios cristianos, por lo cual llamó al arrepentimiento para reducir la violencia y muerte que se enseñorea en las calles de esta ciudad.
"Creo firmemente que por medio de estas escenas, podemos buscar el verdadero mensaje que nos ha legado nuestro Salvador y también comprender el mensaje de amor y fraternidad universal que nos enseña Jesús", dijo.
SE DESMAYO
Durante una de sus representaciones tuvo una experiencia que lo marcó para siempre. En medio de la escenificación, rodeado del asedio de los soldados romanos, se desmayó en lo alto de la cruz.
Ese día había caminado descalzo por las ardientes calles que comprenden la Vía Crucis, alrededor de la Iglesia Don Bosco. Con los pies adoloridos e hinchados llegó con las justas al lugar de crucifixión, donde a los pocos minutos quedó exánime y perdió la conciencia.
Al percartarse de la situación, la comunidad religiosa y algunos feligreses le dieron los primeros auxilios y todo volvió a la normalidad; Sólo quedó la experiencia reconfortante del deber cumplido.
Mañana viernes volverá a crucificarse luego de una agónica vía crucis para llevar un mensaje de amor fraternal a nuestra sociedad donde campea la violencia y la maldad.