La Sábana Santa
Eduardo Soto
Crítica en Línea
Debo advertir que los principales
datos de este escrito fueron encontrados en Internet, donde se puede ver
la colección más grande de fotografías y obras dedicadas
a esta tela. Recomiendo entrar en "Yahoo" y marcar "Sábana
Santa" o "Manto de Turín". Inmediatamente se abrirá
un abanico de fascinación que narcotiza. La historia de esta reliquia
es una de las más extraordinarias en el ciberespacio, y gana un valor
incalculabre a final del siglo, cuando se prepara una colosal exhibición
del 26 de agosto al 22 de octubre del 2,000 y que probablemente atraiga
aún más visitas por día que en 1988, cuando la vieron
casi un millón de personas.
De Internet obtuve más o menos 300 mil palabras y aquí
las transcribo para presentar la semblanza de esta pieza religiosas que
ya ha dejado de ser reliquia para convertirse en ícono.
En 1898, en una fotografía, descubrieron en la Sábana Santa
la imagen de un hombre torturado. Diversos médicos, estudiando detenidamente
los claros rasgos de la imagen, han hecho con mucha precisión una
descripción de los padecimientos de la persona impresa en la sábana.
Entre las características principales destacaban:
- El cartílago de la nariz aparece roto y desviado a la derecha.
Podría deberse a una caída, pues se han encontrado restos
microscópicos de tierra de las mismas características físicas
que la de Jerusalén en ella, así como en la rodilla izquierda
y las plantas de los pies.
- En el lado derecho del rostro aparece una gran contusión. Los
especialistas afirman que sería producto por el golpe de una barra
corta y redonda de entre 4 y 5 centímetros de diámetro.
- En el resto de la cara aparecen diversas excoriaciones especialmente
en la mejilla derecha y la frente.
- En las regiones que rodean los ojos y cejas, hay llagas y contusiones
iguales a las que producirían puñetazos o palos. La ceja
derecha está claramente inflamada.
- La frente muestra más de 50 pequeñas y profundas heridas
que evidencian la aplicación de una corona de espinas. Las manchas
más grandes coinciden exactamente con venas y arterias reales, cuando
en la Edad Media se desconocía la circulación de la sangre.
- A lo largo de todo el cuerpo, con especial claridad en la espalda pueden
verse marcas idénticas a las que dejaría el instrumento que
utilizaban los romanos para flagelar a un reo: el Flagrum taxillatum (objeto
que no se usaba en la edad media y que se conoce en nuestros días
por haber sido encontrado en excavaciones arqueológicas). El profesor
Bollone ha podido contar más de 600 contusiones y heridas en todo
el cuerpo y se cuentan las marcas de los azotes en unos 120. (Al estilo
romano, pues los judíos no daban más de 40).
- La herida del costado tiene una forma elíptica del mismo diámetro
que una lanza romana: 4.4 cm x 1.4 cm. (según expertos en historia
de Roma, el hecho de estar en el costado derecho se explicaría por
la práctica romana de dar este golpe a un enemigo que protege su
corazón con el escudo que lleva en la izquierda).
- El Dr. Judica Cordiglia, basándose en el tipo de rastro dejado
por el flujo de sangre, ha demostrado que todas las heridas fueron producidas
en vida del sujeto excepto la del costado, que se infirió post mortem.
- Desde el punto de vista anatómico y teniendo en cuenta que los
principales antropólogos coinciden en que la imagen corresponde
a la de un semita, "el Hombre de la Sábana Santa", es
la única imagen que se ajusta 100% a lo que la Medicina legal considera
que fue la muerte de Cristo.
El primer cirujano que comprobó la absoluta exactitud anatómica
de esas heridas fue el Profesor de Anatomía Comparada de la Sorbona
Yves Delage (de la Academia de Ciencias de París) un convencido agnóstico.
Para él no existía la menor duda de que sólo un hombre
que hubiera padecido los tormentos físicos de Jesús podría
haber dejado tales huellas.
Por tercera vez en su historia conocida, la Sábana Santa de Turín
se ha enfrentado a una peligrosa "prueba de fuego" y ha sobrevivido.
Con anterioridad a nuestros días el fuego había dejado sus
huellas sobre el lienzo en una fecha sin determinar -previa a 1200- y en
1532, como consecuencia del devastador incendio que destruyó la Santa
Capilla de Chambèry. Los sucesos ocurridos en la noche del 11 al
12 de Abril de 1997 fueron, basicamente, los siguientes:
A las 11.45 de la noche aproximadamente del viernes 11, el Padre Francesco
Barbero, Párroco de la Catedral de San Juan Bautista, dio la primera
alarma tras ser informado del incendio por un guardia del Palacio Real.
En un primer momento no se supo con certeza si el incendio comenzó
en la cúpula de la Capilla de la Sábana (que estaba en restauración
con ocasión de las ostensiones de los próximos años),
o bien en el ala del lado oeste del Palacio Real, que linda con la parte
trasera de la Capilla. En cualquier caso, el incendio se extendió
rápidamente a la capilla Guarini, entre la Catedral y el Palacio,
y la envolvió en llamas.
Afortunadamente, la Síndone no estaba en su altar: el 24 de febrero
de 1993 fue trasladada a un sitio más seguro dentro de la misma Catedral
de San Juan, para protegerla mientras se hacían las obras. Entre
el altar mayor y la Capilla Real, en la zona del coro de los canónigos,
se había construido una vitrina de cristales blindados antibalas
para albergar temporalmente el relicario de plata que contiene la Sábana.
Las autoridades están de acuerdo en que si hubiera estado en su lugar
habitual en el altar, habría sido completamente destruida por las
llamas.
Los bomberos de Turín respondieron inmediatamente a la alarma
y uno de ellos, Mario Trematore, sabiendo que la reliquia estaba en peligro,
pidió a sus compañeros que trajeran una maza y empezó
a golpear los cristales. Después de un centenar de golpes, rompió
los dos cristales -de un grosor de 39 mm. cada uno- que le separaban de
la reliquia, y con la ayuda de sus compañeros, tomó el relicario
de plata de la vitrina rota y rápidamente lo sacaron de la Catedral.
A los pies de la escalinata de acceso al templo un coche de policía
esperaba ya la preciosa carga, y, con la máxima diligencia, fue llevada
a la residencia del Cardenal Giovanni Saldarini, Arzobispo de Turín
y Custodio de la Síndone.
Al ser preguntado de dónde había sacado las fuerzas para
romper el cristal, Trematore, conocido sindicalista de izquierdas que no
se considera católico, contestó: "El cristal puede parar
las balas, pero no la fuerza de los valores representados por el símbolo
que lleva dentro. Rompimos el cristal con sólo una maza y las manos
que aun me sangran. Es extraordinario". "Dios me ha dado las fuerzas
para romper el cristal".
A la 1.36 de la madrugada, cuando los bomberos sacaron la Sábana
de la Catedral, cientos de observadores aplaudieron la azaña, mientras
otros lloraban al ver los daños. Unos 200 bomberos siguieron luchando
con las llamas durante más de 4 horas, hasta las 4.30 cuando por
fin el incendio fue controlado.
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APUNTES |
¿Qué es el Manto de Turín?
El Santo Manto o Sábana Santa, que una sólida
y sustentada tradición señala como el manto que envolvió
el cuerpo de Jesús, es una fina pieza de lino de 3 pies y 7 pulgadas
de ancho, y 14 pies y tres pulgadas de largo (exactamente 8 por 2 cubits,
la antigua medida usada en Israel).
El manto lleva la imagen detallada del frente y la espalda
de un hombre que fue crucificado de manera idéntica a Jesús
de Nazaret según describen las Escrituras.
El manto está en Turín, Italia, desde 1578
y es puesto a exposición pública apróximadamente una
vez por cada generación. La última exhibición previa
a la extraordinaria que se viene realizando como preparación al Jubileo
tuvo lugar en 1978, y en cinco semanas, aproximadamente 3 y 1/2 millones
de peregrinos la visitaron.
Con el fin de determinar el modo cómo la imagen
se imprimió en la sábana, más de 1000 investigaciones
científicas de las más diversas especialidades han sido realizadas
y se le han tomado 32,000 fotografías.
Estas investigaciones han hecho de la Sábana Santa
la reliquia más estudiada de la historia.
En la tela se ha encontrado polen de flores que crecen
en la época de Pascua en el Mar Muerto, así como residuos
de polen de Francia y Turquía. Polvo de tipo travertino - aregenito,
como el que se encuentra en los alrededores de Jerusalén fue encontrado
en los pies, rodillas y nariz de la imagen. |
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