Domingo 4 de abril de 1998

 








 

 

 


La Sábana Santa

Eduardo Soto
Crítica en Línea

Debo advertir que los principales datos de este escrito fueron encontrados en Internet, donde se puede ver la colección más grande de fotografías y obras dedicadas a esta tela. Recomiendo entrar en "Yahoo" y marcar "Sábana Santa" o "Manto de Turín". Inmediatamente se abrirá un abanico de fascinación que narcotiza. La historia de esta reliquia es una de las más extraordinarias en el ciberespacio, y gana un valor incalculabre a final del siglo, cuando se prepara una colosal exhibición del 26 de agosto al 22 de octubre del 2,000 y que probablemente atraiga aún más visitas por día que en 1988, cuando la vieron casi un millón de personas.

De Internet obtuve más o menos 300 mil palabras y aquí las transcribo para presentar la semblanza de esta pieza religiosas que ya ha dejado de ser reliquia para convertirse en ícono.

En 1898, en una fotografía, descubrieron en la Sábana Santa la imagen de un hombre torturado. Diversos médicos, estudiando detenidamente los claros rasgos de la imagen, han hecho con mucha precisión una descripción de los padecimientos de la persona impresa en la sábana. Entre las características principales destacaban:

  • El cartílago de la nariz aparece roto y desviado a la derecha. Podría deberse a una caída, pues se han encontrado restos microscópicos de tierra de las mismas características físicas que la de Jerusalén en ella, así como en la rodilla izquierda y las plantas de los pies.
  • En el lado derecho del rostro aparece una gran contusión. Los especialistas afirman que sería producto por el golpe de una barra corta y redonda de entre 4 y 5 centímetros de diámetro.
  • En el resto de la cara aparecen diversas excoriaciones especialmente en la mejilla derecha y la frente.
  • En las regiones que rodean los ojos y cejas, hay llagas y contusiones iguales a las que producirían puñetazos o palos. La ceja derecha está claramente inflamada.
  • La frente muestra más de 50 pequeñas y profundas heridas que evidencian la aplicación de una corona de espinas. Las manchas más grandes coinciden exactamente con venas y arterias reales, cuando en la Edad Media se desconocía la circulación de la sangre.
  • A lo largo de todo el cuerpo, con especial claridad en la espalda pueden verse marcas idénticas a las que dejaría el instrumento que utilizaban los romanos para flagelar a un reo: el Flagrum taxillatum (objeto que no se usaba en la edad media y que se conoce en nuestros días por haber sido encontrado en excavaciones arqueológicas). El profesor Bollone ha podido contar más de 600 contusiones y heridas en todo el cuerpo y se cuentan las marcas de los azotes en unos 120. (Al estilo romano, pues los judíos no daban más de 40).
  • La herida del costado tiene una forma elíptica del mismo diámetro que una lanza romana: 4.4 cm x 1.4 cm. (según expertos en historia de Roma, el hecho de estar en el costado derecho se explicaría por la práctica romana de dar este golpe a un enemigo que protege su corazón con el escudo que lleva en la izquierda).
  • El Dr. Judica Cordiglia, basándose en el tipo de rastro dejado por el flujo de sangre, ha demostrado que todas las heridas fueron producidas en vida del sujeto excepto la del costado, que se infirió post mortem.
  • Desde el punto de vista anatómico y teniendo en cuenta que los principales antropólogos coinciden en que la imagen corresponde a la de un semita, "el Hombre de la Sábana Santa", es la única imagen que se ajusta 100% a lo que la Medicina legal considera que fue la muerte de Cristo.

El primer cirujano que comprobó la absoluta exactitud anatómica de esas heridas fue el Profesor de Anatomía Comparada de la Sorbona Yves Delage (de la Academia de Ciencias de París) un convencido agnóstico. Para él no existía la menor duda de que sólo un hombre que hubiera padecido los tormentos físicos de Jesús podría haber dejado tales huellas.

Por tercera vez en su historia conocida, la Sábana Santa de Turín se ha enfrentado a una peligrosa "prueba de fuego" y ha sobrevivido. Con anterioridad a nuestros días el fuego había dejado sus huellas sobre el lienzo en una fecha sin determinar -previa a 1200- y en 1532, como consecuencia del devastador incendio que destruyó la Santa Capilla de Chambèry. Los sucesos ocurridos en la noche del 11 al 12 de Abril de 1997 fueron, basicamente, los siguientes:

A las 11.45 de la noche aproximadamente del viernes 11, el Padre Francesco Barbero, Párroco de la Catedral de San Juan Bautista, dio la primera alarma tras ser informado del incendio por un guardia del Palacio Real. En un primer momento no se supo con certeza si el incendio comenzó en la cúpula de la Capilla de la Sábana (que estaba en restauración con ocasión de las ostensiones de los próximos años), o bien en el ala del lado oeste del Palacio Real, que linda con la parte trasera de la Capilla. En cualquier caso, el incendio se extendió rápidamente a la capilla Guarini, entre la Catedral y el Palacio, y la envolvió en llamas.

Afortunadamente, la Síndone no estaba en su altar: el 24 de febrero de 1993 fue trasladada a un sitio más seguro dentro de la misma Catedral de San Juan, para protegerla mientras se hacían las obras. Entre el altar mayor y la Capilla Real, en la zona del coro de los canónigos, se había construido una vitrina de cristales blindados antibalas para albergar temporalmente el relicario de plata que contiene la Sábana. Las autoridades están de acuerdo en que si hubiera estado en su lugar habitual en el altar, habría sido completamente destruida por las llamas.

Los bomberos de Turín respondieron inmediatamente a la alarma y uno de ellos, Mario Trematore, sabiendo que la reliquia estaba en peligro, pidió a sus compañeros que trajeran una maza y empezó a golpear los cristales. Después de un centenar de golpes, rompió los dos cristales -de un grosor de 39 mm. cada uno- que le separaban de la reliquia, y con la ayuda de sus compañeros, tomó el relicario de plata de la vitrina rota y rápidamente lo sacaron de la Catedral. A los pies de la escalinata de acceso al templo un coche de policía esperaba ya la preciosa carga, y, con la máxima diligencia, fue llevada a la residencia del Cardenal Giovanni Saldarini, Arzobispo de Turín y Custodio de la Síndone.

Al ser preguntado de dónde había sacado las fuerzas para romper el cristal, Trematore, conocido sindicalista de izquierdas que no se considera católico, contestó: "El cristal puede parar las balas, pero no la fuerza de los valores representados por el símbolo que lleva dentro. Rompimos el cristal con sólo una maza y las manos que aun me sangran. Es extraordinario". "Dios me ha dado las fuerzas para romper el cristal".

A la 1.36 de la madrugada, cuando los bomberos sacaron la Sábana de la Catedral, cientos de observadores aplaudieron la azaña, mientras otros lloraban al ver los daños. Unos 200 bomberos siguieron luchando con las llamas durante más de 4 horas, hasta las 4.30 cuando por fin el incendio fue controlado.

 

 

 

 



 

APUNTES

¿Qué es el Manto de Turín?

El Santo Manto o Sábana Santa, que una sólida y sustentada tradición señala como el manto que envolvió el cuerpo de Jesús, es una fina pieza de lino de 3 pies y 7 pulgadas de ancho, y 14 pies y tres pulgadas de largo (exactamente 8 por 2 cubits, la antigua medida usada en Israel).

El manto lleva la imagen detallada del frente y la espalda de un hombre que fue crucificado de manera idéntica a Jesús de Nazaret según describen las Escrituras.

El manto está en Turín, Italia, desde 1578 y es puesto a exposición pública apróximadamente una vez por cada generación. La última exhibición previa a la extraordinaria que se viene realizando como preparación al Jubileo tuvo lugar en 1978, y en cinco semanas, aproximadamente 3 y 1/2 millones de peregrinos la visitaron.

Con el fin de determinar el modo cómo la imagen se imprimió en la sábana, más de 1000 investigaciones científicas de las más diversas especialidades han sido realizadas y se le han tomado 32,000 fotografías.

Estas investigaciones han hecho de la Sábana Santa la reliquia más estudiada de la historia.

En la tela se ha encontrado polen de flores que crecen en la época de Pascua en el Mar Muerto, así como residuos de polen de Francia y Turquía. Polvo de tipo travertino - aregenito, como el que se encuentra en los alrededores de Jerusalén fue encontrado en los pies, rodillas y nariz de la imagen.


 

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