El nerviosismo se ha apoderado de algunos padres de familia al presenciar que su hijo resulta herido por proyectil de arma de fuego producto de la irresponsabilidad de los "gatillos alegres".
Hasta el 18 de marzo del presente año, el Hospital del Niño ha recibido nueve casos, de los cuales tres son del sexo femenino y seis del masculino, según informes suministrados por el doctor Mario Antonio Rodríguez.
Los pequeños heridos, por lo general, proceden de lugares donde hay más violencia, siendo estos el corregimiento de El Chorrillo, Curundú, Calidonia, Santa Ana y del distrito de San Miguelito. Muy poco de lugares como, por ejemplo, Bella Vista y San Francisco.
Los menores que van entre los 10 y 14 años son por el momento los pacientes más afectados, sobre todo, los fines de semana (viernes y sábado), en horas de la noche.
En estos momentos, los casos de menores baleados en el Hospital del Niño han disminuido. Días atrás les llegaba de uno a dos pacientes por semana; sin embargo, ahora los casos se presentan cada quince días.
VICTIMAS DE LA INSEGURIDAD
Hay niños que son alcanzados por el proyectil camino a la tienda, jugando en los predios de la residencia o cuando dormían dentro del hogar y se formó una balacera. A pesar de que algunos padres de familia quieren un mejor ambiente para su pequeño, en ocasiones, la necesidad los obliga a quedarse en el lugar.
Sin embargo, los padres deben tenerlos en áreas consideradas como seguras y estar pendientes de ellos.
TRISTE REALIDAD
El señor Erick García, de 31 años, estuvo a punto de perder a su hijo de 8 años (actualmente con 9 años) el pasado domingo 7 de noviembre del 2010 en el Valle de Urracá, distrito de San Miguelito.
Como todos los días, el pequeño estaba acostado en su cuarto en horas de la noche, cuando una bala que se introdujo por la ventana lo sorprendió. El proyectil le entró por el hombro izquierdo. Actualmente, la bala se mantiene alojada en el pecho del niño muy cerca del corazón.
En este caso, los involucrados eran dos sujetos que iban a robarle a otra persona y que comenzaron a disparar. Los "pistoleros" no fueron detenidos, destacó el señor García.
El niño asiste a su escuela, juega normal, pero sigue bajo una serie de análisis. Actualmente, si los doctores lo operan, puede presentar una hemorragia.
CONSECUENCIAS
Al Cuarto de Urgencias del Hospital del Niño llegan infantes con impactos en diferentes partes del cuerpo. Los tiros de más peligro son en la columna y el cráneo, que tienden a producir una parálisis cerebral y hasta la muerte.
Las secuelas con las que el niño puede quedar dependen de dónde tenga la lesión. Algunos han presentado fracturas y otros tienen heridas de bala (entrada y salida) sin quedar con ninguna secuela.
Lastimosamente, las balas perdidas llegan sorpresivamente cercenándole la vida a los pequeños y en ocasiones marcándolos para siempre.