Viernes 26 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Justicia salomónica a la inglesa

El General Augusto Pinochet Ugarte encabezó la rebelión castrense que derrocó al Presidente Constitucional de Chile, Doctor Salvador Allende Gossens, el once de septiembre de 1973, instaurando un recio régimen opresor que desconoció las libertades públicas, canceló las organizaciones políticas, encarceló miles de chilenos disidentes, asesinó, humilló y torturó, ofendiendo a centenares de detenidos y provocó la diáspora del exilio patriótico a las cuatro latitudes de la Tierra.

Los crímenes de desaparecidos y de fusilados sin juicio ni defensa llenan centenares de folios y sus nombres sirven de estandarte a quienes reclaman justicia terrenal para los delitos cometidos, que ahora en la coyuntura de la decisión inglesa redoblan reclamos y levantan esperanzadoras protestas para que el sátrapa chileno reciba castigo por sus comportamientos opresores.

Los ingleses, en la decisión y vocería de los siete Lores que analizaron la solicitud de extradición del militar Pinochet, quien estaba en Londres haciéndose oscultar por médicos de esa urbe, presentada por el vertical Juez español, Baltazar Garzón, en razón de múltiples casos de tortura, muerte y abuso contra ciudadanos españoles en Chile, determina que carece de inmunidad diplomática el castrense; pero sin embargo solamente lo alcanzan los casos ocurridos antes de la concertación de la Convención Contra la Tortura, firmada en 1988.

La decisión es salomónica; se emite a la manera solemne y monumental de Inglaterra; y a partir de ella, como precedente de validez mundial, los tiranos, opresores de pueblos, que cabalgan sus poderes en la muerte, el abuso y el atropello, según las previsiones de la referida Convención contra la tortura y la violación de los derechos humanos, no podrán refugiarse al alero de las democracias y gozar en impunidad los haberes mal habidos, ya que estarán a merced de la justicia mundial que los encarcelará donde huyan, sin poder acogerse a la prescripción de las acciones, instituto que no rige para tales reatos antidemocráticos.

Pinochet es la representación carnal del tirano soberbio, engreído e insensible; los chilenos torturados, asesinados, perseguidos y sus familiares, recibirán justicia en estrados judiciales foráneos, y sentirán que el castigo que encerrará en ergástulas españolas, francesas o belgas al General golpista, materializará los ruegos de miles de madres, esposas e hijos, que perdieron sus vástagos, esposos y padres, en la vorágine desatada de la angurria de poder y protagonismo que a sangre y fuego derrumbó el sueño de patria libre, solidaria y justiciera, que pretendiera la Unidad Popular, con los históricos señalamientos del fallecido líder, Salvador Allende, quien prefirió la muerte por suicidio, al escarnio y el destierro.

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Primeras incursiones en la política de Mayín Correa como Representante


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo no me intereso por la salud de los demás


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