El concepto de pertenencia es uno de los más importantes porque permite alcanzar la libertad, cuando se tiene conciencia de que algo es nuestro, sobre todo si cumple con todos los requisitos legales, como por ejemplo una propiedad, que da seguridad a la familia por varias generaciones.
Tener un título de propiedad es una forma de ingresar a la economía de mercado que, a su vez, permite a su dueño lograr acceso a las entidades de crédito y a una variedad de programas de vivienda de interés social como los que desarrolla la actual administración del Ministerio de Vivienda.
Es por esto que el Programa Nacional de la Tierra (PRONAT) adquiere relevancia al hablar del derecho a la propiedad que tienen los panameños y la posibilidad de garantizar un legado a sus descendientes.
En un país donde existe un déficit de 150 mil viviendas, el MIVI se ha impuesto como meta la construcción de 15 mil unidades domiciliarias. En ese sentido, los esfuerzos del PRONAT, bajo la dirección de Alejandro Castillero, son verdaderamente loables, ya que ha entregado 16 mil 578 títulos de propiedad, beneficiando a 74 mil 601 personas.
Superar los atascos burocráticos es uno de los mayores éxitos alcanzados por esta instancia. Los esfuerzos de PRONAT llegan a todo el país, a comunidades donde sus pobladores han luchado por años para lograr la legalización de su tierra.
Una de las expresiones que resumen el valor de contar con un título de propiedad fue la de una señora de apellido Canto, en el corregimiento de El Cañaveral en Penonomé, quien dijo: "Ahora podré gestionar un préstamo ante el MIVI para mejorar mi vivienda y construir un cuarto para cada uno de mis hijos". Esto es una verdadera satisfacción.