Se puede considerar como una falta de respeto a los panameños, la actitud del ciudadano español Paco Nadal, al ser detenido por unidades de la Policía Nacional, en actitud de protesta, por los predios de la Asamblea Nacional con un grupo de activistas indígenas locales que se oponen a la minería de cielo abierto, y que le costó ser deportado a su país de origen.
Paco Nadal violó el artículo 20 de la Constitución Política Nacional, al participar en actividades que solamente les son permitidos a los nacionales, y que, según el referido artículo, a los extranjeros se les niega el ejercicio de determinadas actividades en general. Nadal pecó de insolente, no tiene derecho para alegar nada a su favor ni justificar su participación en el lugar donde se le comprobó su participación.
El supuesto periodista, no sé en qué mundo estaba, y de haber adquirido su residencia permanente en nuestro país, está claro que debía haber conocido sus limitaciones en torno a sus creencias individuales, él tiene que respetar las leyes de la nación que lo acogió, y le brindó acomodo. No entendemos las voces de los panameños que lo respaldan porque son normas que rigen en todas las naciones del mundo.
Sin embargo, está claro que existen grupos o personas que odian al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y que aprovechan cualquier circunstancias para hacerle daño a su gestión de gobierno. Esas personas que se atreven a decir lo contrario o que tratan de pescar en río revuelto le preguntamos si ellos podrían hacer lo que hizo Paco Nadal, por ejemplo, en España, Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, o cualquier otra nación de Latinoamérica, que no fueran sometidos al rigor de la ley.
Lo que hicieron las autoridades respectivas fue hacer cumplir las leyes de nuestro país para que a nadie más se le ocurra actuar ni por desconocimiento, en contra de los preceptos legales que rigen en una nación libre y soberana, pero con respeto, que mantuvo una lucha contra un imperialismo asfixiante que nos sometió a su antojo por un siglo, que nos pisoteó y que hubo su cuota de sacrificio con pérdidas humanas para lograr lo que ahora tenemos. Cambio y fuera.