El 22 de abril de 1991, la región fronteriza entre Panamá y Costa Rica sufrió un sismo de 7.7 grados Richter, en el que la peor parte la llevó la provincia de Bocas del Toro. En total se registraron 48 muertos y 651 heridos en Costa Rica, mientras que en Panamá se registraron 79 muertos y 1061 heridos. El terremoto causó daños en un área de 8 mil kilómetros cuadrados.