Cuando hace tan sólo una semana que Britney Spears inició su tan esperado tour mundial, ya han comenzado los escándalos. En este caso se trata del despido de tres de sus bailarines después de que dieran positivo en el control toxicológico que el padre de la estrella, Jamie, obligó a pasar por sorpresa a sus empleados. La intención del progenitor de Britney es que su hija no vuelva a caer en la espiral de malos hábitos en la que estuvo en los últimos años.