Como una profecía bíblica hecha realidad, una plaga color café cubre -como una inmensa cobija- los sembradíos y pastizales tiernos en potreros de la campiña interiorana, dejando a los productores atrapados por la impresionante invasión.
El pasado miércoles de cenizas, sorpresivamente se precipitó un fuerte aguacero en La Arena de Chitré dando motivo que algunos potreros que tenían el pasto seco color ocre oscuro, hiciera que la hierba retoñara en cuestión de horas. Esto, por supuesto alegró a sus propietarios que tienen problemas para alimentar al ganado; sin embargo, la alegría les duró poco; porque apareció un depredador que se banqueteó con los tiernos retoños antes que sus famélicas reses: "la langosta".
Hay dos grupos principales de estos insectos en el mundo: los de antenas largas (foto) y los de antenas cortas. Los primeros que incluyen a las "chicharras" o saltamontes americanos y los llamados grillos mormónicos, son verdes y de antenas delgadas. Los segundos que comprenden a los saltamontes migratorios y a diferentes variedades de langostas, son generalmente de color café, rojo o amarillo, y algunos tienen alas traseras de color muy brillante.
Los entomólogos se sienten desconcertados por los saltamontes migratorios, que se multiplican repentinamente y crean grandes enjambres que migran.
El terror a la destrucción de las cosechas ha sido siempre la primera reacción de todo agricultor ante la posibilidad de una "plaga de langostas".