En la barriada San Roque de Aguadulce viene creciendo el malestar de los más 700 residentes por la falta inexplicable de agua potable, que ya lleva más de 20 años. Pero, desde hace un año con la instalación de un tanque de reserva de 35 mil galones en pleno corazón del barrio se les ha agravado, porque no pueden obtener un continuo fluido del vital líquido.
Hace unos días, iniciaron con más decisión la recolecta de firmas para protestar y llamar la atención de los funcionarios del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) para que se produzca una respuesta rápida. Los residentes aseguran que han sido muy pacientes y tolerantes con la situación.
La carta llegó a medios radiales y escritos trasladando a la esfera pública el problema comunitario que con justa razón amerita pronta solución por parte de los técnicos del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales.
Además de la barriada San Roque, también sufren con el problema residentes de la barriada Malambo, los colindantes con la calle Sebastián Sucre y residencias contiguas que desde muy tempranas horas padecen de la ausencia de este líquido.
Ya transcurre el plazo de 15 días que le han concedido al director regional, Richard Medina, para que responda o la medida que asumirán será de una presión extrema, expresó uno de los voceros de la barriada.
El funcionario regional a través de la ingeniera Doralis de Corcho, de la sección de Operaciones, atendió en principio la queja expresada en una reunión con los moradores, pero estos perciben una imprecisa explicación de lo que acontece y no esperan que puedan asumir acciones de control del suministro por las excusas no convincentes y evasivas al momento de responder.
La funcionaria no dio declaraciones sobre lo que sucede realmente en una visita al IDAAN, porque sólo el director al que nos remitió está autorizado para entrevistas con los medios.
Por razones de gira oficial no se le pudo contactar ese día.
En este sentido, tal mecanismo ha impedido conocer de viva voz qué solución adoptaría el IDAAN en la barriada San Roque si es que están al tanto de la demanda comunal.
ORIGEN DEL PROBLEMA
Beatriz Ortega, de 83 años, de las primeras residentes en este sector cuenta que ella llegó allí en diciembre de 1940. El agua la conseguían de los pozos tercianos o de bombeo donde Domingo De León y Tino Tuñón y en una quebrada denominada El Guácimo. Después el acueducto se instaló en 1970, pero eran pocas las casas que lo tenían, dijo la abuela mayor de la comunidad.
Con el crecimiento urbano la demanda aumentó, siendo hoy un área perimetral en el vecindario de aproximadamente 300 viviendas que padecen los rigores de la carencia del agua potable en cuanto a problemas con los sanitarios, disposición de agua para lavar, efectos de la vigilia a altas horas de la noche (10:00 p.m. a 2:00 a.m.) para recoger en los recipientes.
También algunos han optado por hacer inversión en tanques de reserva en sus patios, acarreando nuevos gastos al presupuesto familiar.
Otros, la mayoría utiliza recipientes de todos los tamaños para guardar agua, exponiendo su contenido al polvo y demás elementos del ambiente.
A raíz de este problema que ha estado presente por años se dio un importante paso al construirse el tanque de reserva que está detrás de la capilla (en la plaza del barrio), y sólo la gente se queda viendo cómo se pierde cuando se llena, porque en las tuberías no hay agua.
Esta es consumida en otras partes de Aguadulce, supuestamente porque están en zonas de declive, como es el centro de la ciudad que siempre tiene el suministro.
En el intercambio con funcionarios del IDAAN y los afectados, éstos han especulado distintos aspectos como el que hay dos tuberías, pero los que viven de mucho tiempo sostienen que ese no es el problema y que lo que se trata es de conseguir que ellos establezcan un control en el suministro.