Domingo 28 de febrero de 1998

 








 

 

 


El hombre de mañana se prepara hoy

Miriam Vicenta Almanza
Crítica en Línea

Con más de medio millón de estudiantes, la educación en Panamá entrará mañana lunes en la recta final del milenio de cara a un nuevo reto, donde se prevé que las exigencias tendrán como prioridad la excelencia.

La agenda del Ministerio de Educación contempla el inicio del año académico 1999 con la disposición de más de 28 mil docentes para atender a más de medio millón de estudiantes, en los diferentes planteles del país, cuyas "estructuras están listas" con la disposición de rehabilitar a aquellos que urgen de reparaciones físicas.

Empero, una nube de descontento e incertidumbre acompaña a la maquinaria educativa y sus elementos.

Escuelas maltrechas, novedades en el sistema y la falta de nombramientos, son algunos de los factores que ponen en peligro el proceso en algunas regiones del país, a parecer de grupos de docentes.

"El año escolar se inicia con mucha deficiencia. Hay déficit en personal docente y administrativo de la educación panameña", indicó el maestro Luis López, Secretario General de la Asociación de Maestros Independientes, AMIA.

La lista de irregularidades del representante magisterial anota que faltan más de dos mil maestros por nombrar, lo que representa alrededor del 8 al 10 por ciento del total, en comparación al año 1995, cuando se había nombrado el 98 por ciento de los educadores del nivel primario.

Además, indicó, existe "una gran cantidad de escuelas que no tienen directores; en esos lugares un maestro ejerce las funciones directivas percibiendo el mismo sueldo de docente de grado".

Según López, "el gobierno lo que está haciendo es ahorrar sacrificando la educación" porque, acotó, "hay carencia de inmobiliario en muchos centros escolares", particularmente del interior del país.

La realidad indica, según la profesora María Trejos, con especialización en Español y de trayectoria en universidades del país y planteles públicos y privados, que los arreglos a las infraestructuras de los planteles se dan por lo general poco tiempo antes del inicio de clases, pero que esta ha sido una situación "de siempre".

Sin embargo, más que tomar en cuenta si las paredes de las escuelas están en condiciones o no, se debería tener en consideración la actitud del educador, del Ministerio de Educación, de los estudiantes y del padre de familia, de acuerdo a la profesora Trejos.

En Panamá, resaltó, hay un rechazo al sistema educativo. Explicó que este es el país que más tiempo de vacaciones escolares tiene, pero el hecho de que los planteles no ofrecen las condiciones adecuadas, afecta al personal docente y educando, porque este último "no ve la escuela como un lugar donde divertirse, sino como una obligación".

 

 

 


 

Apuntes

Redacción
Crítica en Línea

Dentro de pocas horas, la maquinaria educativa iniciará su proceso ante tambores de guerra que amenazan con dar su primer llamado.

El año 2000 y todos los retos que conllevará la nueva era, está metafóricamente "a la vuelta de la esquina", y Panamá acelera su programación, en todos los sectores productivos para no formar parte del esquema "de un siglo pasado".

Sin embargo, las discrepancias en el sector educativo ponen en peligro el desarrollo sustancioso de las exigencias que se dan dentro del proceso de modernización, y la incertidumbre arropa a muchos hogares panameños, que hoy se preguntan si mañana envían a sus hijos a las escuela, pese al acuerdo al que llegaron esta semana gremios de educadores y el Ministerio de Educación.

El último año escolar del milenio está por comenzar ante el descontento de padres de familia y educadores por diversas situaciones.

 

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