Sábado 20 de febrero de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Reclamos por seguridad social

Los aspectos de seguridad laboral e higiene del trabajo constituyen materias propias de las gestiones ministeriales encargadas de mediar en las relaciones ocupacionales y obrero-patronales, que en algunos países hermanos de América Latina se integran en un cuerpo orgánico que reglamenta las condiciones del trabajo, bajo criterio de idóneo instrumento de protección y defensa de la integridad física y mental de los trabajadores.

Por constituir la esencia protectiva del hombre laborante no es permisible ni legítimo desligar las acciones del Ministerio de Trabajo de las controversias que insurgen en el país panameño por razones de higiene y seguridad del trabajo, como sugiere el ciudadano vice ministro Antonio Ducreaux, en sus declaraciones de ayer.

El Ministerio de Trabajo existe como instancia de avanzada, de modernidad, para equilibrar el desempeño de las actividades creadoras del trabajo, y en tal derrotero, siempre tendrá autoridad y vigencia cuando por ellas se presenta un conflicto, un enfrentamiento con suspensión de labores, como el anunciado por la vocería del Sindicato Unico de Trabajadores de la Construcción (SUNTRACS) contra varias empresas de Colón, a las que acusan de incumplir normas y acuerdos colectivos relacionados con ésta protección del trabajador.

De igual manera, la mecánica de la reclamación sindical contenida en los pliegos conflictivos, como previene la legislación vigente, exige la participación intermediadora de las autoridades públicas del trabajo; motivo que obliga adicionalmente al Ministerio, que no le es lícito escurrir el bulto y rehuir sus responsabilidades, ahora cuando se formula tal petición.

El instrumento de regulación de la vida empresarial con los trabajadores, el Código de Trabajo, se enriquece, amplía y reforma con los pactos o convenciones colectivas, que se negocia entre partes, cuyas constancias reposan en los archivos ministeriales; situación que impide a los gobernantes asumir roles de indiferencia, tolerancia o de permisión ilegítima, como sugiere las afirmaciones del sindicalista Saúl Méndez, al enjuiciar los comportamientos burocráticos, frente a búsqueda gremial de una renovada convención colectiva.

El regimen perredista, cada amanecer permite que proliferen situaciones de peligro y controversia que pudieran derivar a un clima de generalizado conflicto, con las negativas consecuencias de deterioro y perjuicio que las eclosiones sociales conllevan: así, los maestros ya manifiestan inconformidad y amenazan con paralizar el año escolar venidero; igual, en Cañazas, Veraguas, donde trabajadores mineros reclaman contra la empresa Santa Rosa; también en los ingenios azucareros chiricanos, los cuales se adicionan al paro de los trabajadores de la construcción, a pesar de no querer los funcionarios reconocer el riesgo social que transitamos.

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Ernesto (Ñato) Marcel, el único boxeador panameño que se retiró siendo Campeón Mundial


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no ahorré plata para los útiles escolares de mis hijos


OPINIONES




 

 

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