El suizo Roger Federer cumplió en San Petersburgo una de sus tradiciones de febrero, recoger el premio Laureus al Mejor Deportista del Año, una costumbre que le convierte en el gran símbolo de los Oscar del deporte.
En su primera visita a San Petersburgo, la Academia de los Laureus volvió a firmar una apuesta segura. La elegancia de Roger Federer y su indiscutible dominio del tenis mundial le convierten en el candidato ideal para el premio. Lo ganó por cuarta temporada consecutiva, una marca inédita, por delante del resto de aspirantes, cinco campeones mundiales; Tyson Gay, Kaká, Michael Phelps, Kimi Raikkonen y Tiger Woods.