Cuando llega el verano, nos encanta disfrutar de las tardes de barbacoa, pero a la hora de limpiar el asador nos da tanta pereza que lo guardamos sucio, lo que ocasiona que las parrillas se oxiden.
Para evitar esto, usted debe hacer lo siguiente: Lave y enjuague la parrilla tanto por dentro como por fuera con una mezcla jabonosa de detergente líquido y agua caliente con un estropajo de aluminio. Espere que se seque para guardarla.
Cuando la parrilla quede con residuos, precaliente la barbacoa con la tapa puesta con las rejillas de ventilación abierta durante unos 30 minutos. A continuación, frote la parrilla con un cepillo con cerdas de bronce para eliminar los restos.
Con estos pequeños tips, tendrá un equipo de barbacoa por años, y podrá seguir haciendo la misma actividad sin problemas.