Atado de pies y manos, en el asiento trasero de su taxi y con el rostro ensangrentado y golpeado fue hallado en Naos, distrito de La Chorrera , el cuerpo del taxista Carlos Rodríguez Almanza.
Sus asesinos lo ataron con los cordones de sus propias zapatillas, mientras que en la boca le fue introducido una de sus medias, según confirmó la personera Nilda Espino.