NADIE SABE DONDE ESTA Mahuad "derrocado" antes de un a�o y medio de gobierno
Quito
AP
Jamil Mahuad, el presidente que tuvo el valor de convencer a los militares ecuatorianos para arreglar pac�ficamente un centenario conflicto fronterizo con Per�, tuvo dudas ayer en dar una orden de carga contra opositores y sus fuerzas armadas, hasta entonces leales, le voltearon la espalda para pedirle su renuncia. Mahuad abandon� anoche el Palacio de Gobierno para ser llevado a un lugar indeterminado, una hora despu�s que el alto mando de las fuerzas armadas le pidieran su dimisi�n al cargo que asumi� hace 17 meses. La salida del presidente fue anunciada por el ministro de Gobierno Vladimiro Alvarez, quien dijo que Mahuad se march� acompa�ado de algunos de sus ministros, y que recibi� seguridades de los militares sobre su integridad personal. En menos de un a�o y medio, Mahuad pas� as� de los aplausos p�blicos como alcalde de Quito y luego presidente electo al rechazo ciudadano, cuya m�xima expresi�n se dio hoy con la captura de la sede del Congreso por una turba de ind�genas y oficiales de mando medio, que formaron una junta c�vico-militar de gobierno. Tres horas despu�s de la captura del Congreso y otros locales p�blicos, los altos mandos de las fuerzas armadas exhortaron inicialmente a los ind�genas y oficiales a deponer su actitud, y pidieron al presidente una orden para entrar en acci�n. "Las fuerzas armadas demandan al presidente constitucional de la rep�blica, el mismo que tiene conocimiento de la gravedad de la crisis, tome una decisi�n urgente en el marco del orden constitucional", dijeron en un comunicado. La orden de Mahuad nunca lleg�. M�s tarde, el general Carlos Mendoza, nombrado hace nueve d�as como ministro de Defensa, pero conservando su cargo de jefe de las fuerzas armadas, pidi� la renuncia a su mentor y se lo comunic� a la naci�n. Mahuad reaccion� con un discurso por la televisi�n declarando que no renunciar�a y que para sacarlo del cargo los militares tendr�an que usar la fuerza. M�s tarde, abandon� el Palacio de Gobierno al parecer sin mediar acci�n alguna de fuerza. Mahuad, de 50 a�os, fue protagonista clave de las negociaciones con Per� para la firma de un acuerdo definitivo de paz sobre la delimitaci�n de un tramo fronterizo de 70 kil�metros, que hab�a sido el centro de repetidas escaramuzas armadas. El presidente y su colega de Per� Alberto Fujimori firmaron finalmente la paz el 26 de octubre de 1998, en Brasilia. Fue un acuerdo que no dej� contentos a ninguno de los aparatos militares de ambos pa�ses, pero zanj� un problema del cual ya nadie parece hablar efusivamente ahora. El acuerdo fue proclamado como la plataforma de nuevos tiempos para los dos pa�ses. Pero, para Mahuad llegaron m�s bien tiempos amargos. La m�dula de sus problemas se dio en el campo financiero, con crisis en el sistema bancario y monetario. Los bancos fueron intervenidos o cerrados, los ahorros congelados, las transacciones en moneda extranjera restringida y las tasas de inter�s se desbocaron, llevando a la quiebra a centenares de empresa y el despido de miles de trabajadores. Debido a que estas medidas no dieron resultados inmediatos, el presidente declar� hace 12 d�as la dolarizaci�n de la econom�a. La acci�n, que implicaba un proceso complejo de ejecuci�n, encontr� un eco favorable cuando menos en los mercados que reaccionaron estabilizando el cambio y bajando los intereses. Pero, la intranquilidad social no se aquiet�. Presionados por una inflaci�n anualizada del 60 por ciento y una recesi�n del 7 por ciento del PBI, los sindicatos hicieron paros nacionales para exigir la renuncia de Mahuad.A ellos se sumaron esta semana unos 5.000 ind�genas que virtualmente tomaron por asalto la capital ecuatoriana. Mahuad sigui� sin embargo contando con el respaldo militar, un factor importante en un pa�s que ha tenido numerosos golpes de estado hasta 1979, en que se fueron a sus cuarteles los �ltimos militares gobernantes. El presidente consider� entonces que hab�a llegado el momento de dar m�s cabida en los asuntos de gobierno a los militares en actividad, y sacrific� a su ministro de Defensa, destituyendo al general retirado Jos� Gallardo, un estratega del conflicto armado con Per� de 1995, para poner en su reemplazo a Mendoza, un general en actividad. De elegante vestir, lentes gruesos y vasta cultura, Mahuad se hab�a descuidado al parecer de los mandos medios de las fuerzas armadas. El pedido de renuncia, comunicado por Mendoza, fue hecho unas horas despu�s de que los oficiales rebeldes ayudaran los ind�genas a apoderarse del Congreso, e instalaran all� una junta de gobierno conformada por un coronel y dos civiles, que desconoci� la autoridad de Mahuad, del Congreso y de la Corte Suprema. El oficial m�s visible del movimiento rebelde lo era por entonces el coronel del Ej�rcito Lucio Guti�rrez, escasamente conocido hasta ahora. Se inform� que Guti�rrez fue edec�n de los ex presidentes Abdal� Bucaram, destituido por el Congreso en 1997, y de Fabi�n Alarc�n, que reemplaz� a Bucaram y que gobern� interinamente hasta 1998. La junta mencion� como sus otros dos miembros a Antonio Vargas, presidente de la Confederaci�n de Nacionalidades Ind�genas del Ecuador, y al ex presidente de la Corte Suprema, Carlos Sol�rzano. Doctor en jurisprudencia y con una maestr�a en administraci�n p�blica de Harvard, Mahuad lleg� a la alcald�a de Quito en 1992 donde su gesti�n fue reconocida por partidarios y detractores. Sus seis a�os en el municipio lo convirtieron en una de las figuras pol�ticas m�s populares del pa�s y fue elegido como presidente de la rep�blica en una segunda ronda electoral en julio de 1998 por delante del magnate populista Alvaro Noboa. Ayer su popularidad era del 7 por ciento, seg�n encuestas privadas.
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