Lunes 18 de enero de 1999

 








 

 


FAMILIA
Lucha contra las drogas

Roberto L. DuPont Jr. M.D.

DEDIQUE SU MEJOR ESFUERZO A EDUCAR A SUS ADOLESCENTES

Su labor como padre es educar a sus hijos, y es su mayor responsabilidad; la asumió aún antes de que nacieran. Les debe su mejor esfuerzo. También usted puede encontrar valor al darse cuenta que, no importa lo doloroso de este proceso, está limitado: terminará pronto. Un padre resumió esta limitación cuando me contó que le gritó a su hija de 16 años una noche que llegó tarde: "¿No entiendes? Hago esto para que algún día te libres de mí, no para mantenerte a mi lado. Mi mayor temor es que dentro de diez años estemos discutiendo permisos, tu horario y tu consumo de drogas, y no puedo continuar hasta entonces". Así que su objetivo debe ser dar su mejor esfuerzo mientras tenga oportunidad de lograr algo.

AYUDE A SU HIJO A CRECER SANO, POSITIVO Y PRODUCTIVO
Piense en lo que necesita su hijo para ayudarle a crecer como adulto sano, feliz y positivo. ¿Qué cosas ayudarán a su hijo a desarrollar sus habilidades para trabajar y amar? Para los adolescentes es igualmente importante tener reglas que midan su crecimiento intelectual, sicológico y social, que tener un rol significativo en la vida familiar. También es importante que su hijo lo conozca: dedique suficiente tiempo para hablar y escuchar a su hijo, para que sepa de dónde "viene". Eso no significa que siempre deba estar de acuerdo con él o que deba cambiar sus reglas para sastisfacerlo. Pero debe saber que ya lo escuchó. Hable de los conflictos con ellos y con su cónyuge, con sus hijos mayores o pequeños y con las personas en quienes confía: amigos, parientes, padres de amigos y líderes religosos. No tenga miedo de pedir consejo y ayuda, y no se sienta acorralado. Muestre a sus hijos que está dispuesto a pensar nuevamente en el problema, pero también recuerde que la decisión final es suya. Puede escuchar y obtener el consejo que necesite, pero la decisión final es suya solamente.

Diviértase con su adolescente: jueguen y trabajen juntos Las familias puede divertirse juntas una vez que comienzan a funcionar mejor. Piense en lo que puede hacer incluyendo a los adolescentes, ya sea algún proyecto o actividades recreativas. Es mejor trabajar junto con el hijo que decirle "ve y házlo". Recuerdo a un padre sólo que se quejaba de que su hija no siempre quería cargar las compras. Acomodarlas, cocinar y limpiar la casa. Le pregunté si lo había hecho con ella. Me miró sorprendido y dijo: "No, yo compro los alimentos. Ella tiene que hacer algo". No hablé de esto con su hija pero me imagino lo que sentía al respecto: si su padre no deseaba trabajar con ella le estaba demostrando el valor que daba a su trabajo, a sí mismo y a ella. Sospecho que en su mente existía un resentimiento profundo sobre esto: "Esta es un labor odiosa. Si soy lista, encontraré la forma de no hacerla". Creo que este padre hubiera funcionado mejor con su hija si amigablemente trabajara con ella, mostrándole que muchas cosas puede hacerse en la vida, aunque no nos gusten, si las hacemos con cariño y no tratando de delegarlas a alguien más. Es probable que ese alguien no se sienta bien porque ese trabajo indeseable se dio a él. Critique justamente y cuando se necesita, pero mezcle orgullo también Los padres critican mucho a sus hijos. Los hijos merecen y necesitan esa crítica. Un amigo mío director de escuela y padre de cinco hijos, me dio un buen consejo: "Critíquelos, pero siempre equilibre cada crítica por lo menos con dos "orgullos" por lo que hicieron bien. Esta regla es buena. He visto que es positiva en las relaciones con los demás, también y debería aplicarla cuando critican a los padres.

 

 

 

 



 

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