Viernes 15 de enero de 1999

 







 

 


Autoridades católicas no sacarán procesión si hay fiestas paganas al mismo tiempo

El Cristo de Esquipulas de Antón, protector del pueblo panameño, con sus miles de estatuillas, producto de sus milagros en su sede la Basílica de Antón.

Mariano Torrero V.
Coclé - EPASA

Las autoridades municipales del distrito de Antón y la Curia católica llegaron a un acuerdo para que las tradicionales festividades del milagroso Cristo de Esquipulas se celebren dentro del mayor orden, como se ha hecho a través de cuatro años en que el día 15 de enero sea dedicado a rendir con devoción el honor que merece el Santo de Esquipulas.

La iglesia se opone a que antes del 15 se celebren fiestas paganas, ya que considera que las mismas deben realizarse a partir de mañana sábado en adelante, de lo contrario se ha conocido que la Curia no sacará la imponente procesión hoy 15. Esperamos llegar a un acuerdo en tal sentido, dijo el alcalde José del C. Solís.

El 15 de enero en horas de la noche saldrá la imponente procesión del Cristo de Esquipulas, acompañado por miles de devotos que llegarán de toda la geografía nacional y de otros países hermanos.

Los cientos de milagros realizados por esta imagen a sus devotos son los que ponen de manifiesto la enorme cantidad de estatuillas que adornan al santo de Esquipulas.

Alrededor de esta milagrosa imagen patrona de los Antoneros y querida por el pueblo panameño, se dan muchas versiones de la forma como llegó a Antón.

Una de las leyendas dice: Dos pescadores que terminaban su faena en el mar, regresaban a tierra, uno de los hombres vio un bulto el cual flotaba a lo lejos y avisó a su compañero, llevados por la curiosidad remaron hacia el objeto olvidando al cansancio.

Santiago, uno de los pescadores, miró a su compañero quien como él estaba sorprendido, ya que ante ellos había una caja de regular tamaño. Al bajar la caja y ya en la arena, no dudaron que en la misma había algo de mucho valor y luego al abrirla quedaron atónitos y llenos de temor: un Cristo del tamaño de un hombre con su corona.

El Cristo parecía un ser humano muerto después de crueles martirios y cruentas agonías.

Un cura acompañado del vecindario acudió a buscar la imagen la cual iba con destino a Guatemala.

La fama del Cristo, sus milagros, llamó la atención de un Vicario de Penonomé, ya que el Cristo debía estar en la capital de la provincia, la protesta de los antoneros se dejó sentir, pero la final el Vicario ordenó el traslado a Penonomé.

El Cristo fue colocado en una caja pero al momento de echarse al hombro las varas de las andas, los que iban a transportar al Cristo, la caja se puso tan pesada que no hubo forma de levantarla.

El Vicario al saber lo sucedido no se enojó, confirmó que la sagrada imagen no quería abandonar el lugar donde había sido encontrada.

El Santo Cristo, que vino por su propio deseo a constituirse en Patrón y protector de los antoneros, permanece allí en el pueblo de Antón, sereno, inmutable, bellísimo, su faz augusta refleja consuelo, perdón y amor para todos los hombres.

 

 






 

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