MENSAJE
De nuestro pu�o y letra
Carlos Rey
Un mundo de juguetes Dos ni�os miran al mundo desde una estrecha ventana con la ternura que s�lo conservan esas miradas.
Conmovedor es el cuadro porque sus rostros nos hablan de muchos ni�os que sue�an con todo lo que les falta.
Sue�an con tener juguetes que tal vez jam�s les hagan, con vivir horas felices que presienten muy lejanas.
Quiz�s ellos nunca vivan la plenitud de la infancia y dejen ya de ser ni�os a esa misma edad temprana.
Por eso dicen sus ojos que algo muy propio reclaman; es como un grito anhelante de ni�ez abandonada.
A pesar de la pobreza que las ilusiones mata, ellos nos dan la sonrisa pura de la edad dorada.
Es sonrisa que conquista, amor que quiebra monta�as; es el dolor transformado en mirada de esperanza.
�Qu� nos dicen esos ni�os desde esa pobre ventana? �Qu� mensaje quieren darnos con su ronsrisa encantada?
Revelan que son de un mundo sin rencor y sin venganza que a nadie culpan por verse en desdicha y desventaja.
En vez de llorar sonr�en, en vez de quejarse cantan; �pues su mirar es un himno con m�sica y voz del alma! Estos versos que en 1981 escribi� en Costa Rica el poeta cubano Luis Bernal Lumpuy nos llegan al coraz�n porque se trata sobre lo que m�s valoramos en esta vida: nuestros ni�os. Los ni�os que describe en su poema nos conquistan con su encantadora sonrisa, esa mirada de esperanza que nos revela que "son de un mundo sin rencor y sin venganza" aunque �ste sea tambi�n un mundo sin juguetes. En los d�as especiales en que otros ni�os reciben juguetes a modo de regalos -tales como el d�a de su cumplea�os, el de la Navidad y el de los Reyes Magos-, ellos tienen que contentarse con so�ar "con todo lo que les falta". �Por qu� ser� que sonr�en en vez de llorar, y cantan en vez de quejarse? Es como si de alg�n modo supieran que no ganan nada con quejarse, mientras que llegan muy lejos cuando ponen su esperanza en Aquel que les ha dado la sonrisa y la voz. �No ser� porque en su ser llevan la estampa de su Creador, y porque es precisamente a esa tierna edad que menos trabajo les cuesta creer en El y en un porvenir maravilloso? Era esa cualidad que ten�a en mente Jesucristo, el Hijo de Dios, cuando les dijo a sus disc�pulos que el reino de Dios es de quienes son como los ni�os, y que la �nica manera de entrar en�l es recibi�ndolo como un ni�o. (2) Seamos como esos ni�os. Pero al so�ar con todo lo que nos falta, tengamos presente que lo que m�s necestiamos no son los regalos temporales que nos puedan dar los hombres sino el regalo que s�lo dios puede darnos: el de la vida abundante y eterna. (3) Ese es el �nico regalo que encierra el calor del hogar que sentimos cuando formamos parte de la familia de Dios en la tierra, y que nos abre las puertas del hogar celestial que El ha preparado en su reino para los ni�os de todas las edades. (1) Luis Bernal Lumpuy, Sue�os de un mundo mejor (Miami, 1992), pp. 43-44 (2)Lc. 18:16,17 (3)Jn 10:10; Ro 6:23
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