Claro que alguien me dir� que en el mismo Estados Unidos la muerte del presidente John F. Kennedy qued� con un manto de dudas. Pero al menos all� oficialmente existe un autor del crimen...
Aqu� en Panam� todav�a no se sabe "qui�n mat� a Rem�n". Esta frase se convirti� a�os atr�s en un estribillo de ejemplo de la falta de justicia paname�a.
Ahora nadie toca este tema, pues consideran que casi medio siglo es suficiente para enterrarlo en la poca profunda memoria hist�rica del paname�o.
Jos� Antonio Rem�n Cantera fue el primer militar que tom� el poder en Panam�, de manera abierta, con los votos, en una elecci�n.
Su gobierno fue fuerte, una especie de dictadura presidencial, pues ten�a el control de todos los �rganos del Estado.
Con sus contrarios Rem�n primero les ofrec�a cargos para neutralizarlos. Si no lo aceptan, entonces se expon�an a la presi�n del todopoderoso presidente militar.
Esto lo conocieron algunos periodistas que trataron de oponerse a su administraci�n.
Campechano, amigo de las "relaciones p�blicas" (que casi no exist�an en ese entonces), el "Chichi", como lo llamaban los amigos, parec�a tener las cartas para perpetuarse en el poder.
A su esposa do�a Cecilia Pinel, trataron de convertirla en una "Evita Per�n paname�a". La prensa la llam� la "Dama de la Bondad", porque regalaba enseres de cocina a gente muy pobre.
Pero Rem�n nunca pens� que sus enemigos iban a atreverse a quitarle la vida a balazos, en el antiguo Hip�dromo Juan Franco.
Luego Panam� vivi� el sainete m�s grotesco que recuerda la justicia criolla. El acusado Licdo. Rub�n O. Mir� jug� al "gato y al rat�n" con nuestras leyes y fue absuelto.
Pero antes en un absurdo judicial, se hab�a juzgado y condenado al supuesto autor intelectual, el vicepresidente Jos� Ram�n Guizado.
El pobre pas� meses detenido injustamente, lo que le arruin� el resto de su vida.
Era un adolescente en esa �poca. Qued� impactado por el "show" en que se convirti� el juicio contra los supuestos asesinos del presidente.
Luego sigui� la vida. La oligarqu�a se acomod� a las circunstancias, que l�gicamente la favorec�an. Rem�n era una piedra en el zapato de muchos intereses econ�micos del momento.
�Qui�n mat� a Rem�n?... �A nadie le importa! |